Julio César Uribe: ¿Asesor deportivo o escudo político?

Desde que Julio César Uribe asumió un rol como asesor de presidencia en Sporting Cristal, la lógica institucional parece haberse trastocado. En teoría, su función debería ser aportar visión futbolística, experiencia en formación y criterio técnico para decisiones clave. En la práctica, Uribe se ha convertido en una figura que protege más a Joel Raffo que al futuro del club.
No hay evidencia concreta de un modelo deportivo impulsado por él, ni propuestas visibles que mejoren la cantera, la metodología de juego o la contratación de talento. Tampoco se percibe liderazgo real en momentos de crisis o mediaciones que eleven el nivel de exigencia interna. Su presencia en medios y eventos parece responder más a una estrategia de blindaje emocional y mediático, que a una construcción real de valor para el club.
Un club que quiere crecer no necesita figuras decorativas ni escudos simbólicos. Necesita pensamiento crítico, gestión moderna y referentes técnicos que sumen desde la preparación, no desde la nostalgia.
Sporting Cristal merece más que frases bonitas y lealtades personales. Merece líderes que construyan hacia adelante, no guardianes de conveniencia.

¿Está dispuesto Julio César Uribe a hipotecar su condición de ídolo por el salario que le paga Joel Raffo?
Cuando el silencio y la lealtad pesan más que el aporte real, la historia comienza a mancharse.