Pasquini en Cristal: Crónica de una renovación que nunca debió ocurrir
En un momento donde Sporting Cristal exige jerarquía, intensidad y visión de futuro, la renovación de contrato de Nicolás Pasquini hasta finales de 2025 deja más preguntas que certezas. No se trata de atacar al jugador. Se trata de entender por qué se decide extenderle el vínculo a un lateral que, hasta hoy, no ha terminado de convencer a la mayoría del hincha celeste.

¿Criterio deportivo o inercia Dirigencial?
Pero cuando uno revisa su aporte real al equipo, más allá del número de partidos, el impacto es discreto. Como lateral izquierdo ha mostrado oficio, sí, pero le ha faltado explosión, desequilibrio y, sobre todo, peso ofensivo. En defensa, ha cumplido… sin destacar. Y en ataque, ha participado… sin trascender. No se le ve siendo determinante en partidos importantes ni marcando diferencias ante rivales directos. En resumen: no cumple, pero no trasciende.
¿Qué justifica su continuidad?
Esta renovación parece más una apuesta por la experiencia que por el rendimiento actual. Desde la interna se valora su profesionalismo, su adaptación al grupo, y su historial en el fútbol argentino. Nadie duda de que Pasquini es un jugador serio. Pero en un club como Cristal, que aspira a ganar la Liga 1 y a competir en Copa Libertadores, no alcanza con ser «correcto».
Renovarle el contrato a un futbolista de 33 años que no ha sido diferencial plantea una duda legítima: ¿se está pensando en el presente competitivo o en la comodidad de la dirigencia con jugadores ya conocidos?
La desvinculación: un final anunciado
Pasquini no terminó de consolidarse. Y hoy, a solo meses de su renovación, el club ya estaría buscando su desvinculación. Lo que pudo resolverse con un «gracias y hasta aquí» en diciembre pasado, terminó extendiéndose innecesariamente. De concretarse su salida anticipada, el club tendrá que asumir parte de un contrato renovado sin justificación deportiva clara. Un gasto prescindible. Otro espacio desperdiciado que pudo ser para un joven con proyección o un refuerzo de verdad.