Sin alma, sin juego… y con lo justo: Cristal ganó, pero no convence

Este sábado, el Gallardo no rugió. No hubo bombos, ni cantos, ni banderas flameando. Se jugó a estadio vacío, como si el fútbol supiera que lo que venía no era una fiesta, sino una larga espera por una reacción que no llega. Y al final, en medio del silencio incómodo, apareció Max Loren con un gol agónico para sellar el 2-1 sobre ADT. Un gol que grita tres puntos, pero no esconde la verdad: Cristal sigue sin mostrar fútbol.

Ganamos… pero no convencemos: Cristal respira con un gol agónico, pero aún no encuentra su juego

Desde el arranque, el equipo lució desconectado, predecible, sin claridad. No hubo presión alta, ni juego asociado, ni profundidad. Parecíamos un equipo sin alma, sin ideas, sin identidad. ADT, con poco, nos puso en aprietos.

El gol final fue más épica que estrategia. Más corazón que cabeza. Max Loren salvó la tarde, sí, pero no puede seguir siendo la épica individual la que sostenga a un equipo que aspira a campeonar.

Cristal está a un punto del puntero, pero la tabla no refleja lo que se ve en la cancha. No dominamos. No proponemos. No asfixiamos como antes. Y lo más preocupante: no conectamos con la idea de juego.

La hinchada no estuvo presente físicamente, pero sí emocionalmente. Y duele más ver este nivel cuando sabes que afuera hay miles que siguen creyendo, que merecen más que este fútbol tibio.

Ganamos. Pero seguimos buscando a ese Cristal que emocione, que convenza, que haga vibrar incluso sin tribunas llenas.

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